La verdad es que yo fui el ideólogo de la medida pero si no fuera por mis amigos villeros, que ya tenían una basta experiencia en la lucha contra las injusticias, nada hubiera sido posible.
Antes de entrar en tema, les cuento uno de los antecedentes de este grupo marginal:
- A principios de Enero los pibes de la villa hicieron barricadas con gomas y palos para no dejar pasar a los Reyes Magos. Sucede que el año anterior ninguno de ellos había recibido regalos.
Retomando el relato, les digo que a la caída del sol del primer día de la toma del colegio, la directora con el guardapovo blanco en la mano, en señal de paz, se acercó a dialogar con nosotros. Y esto es más o menos lo que nos propuso:
- "Me he reunido con Esteban Bullrich (el ministro de educación porteño) quien me dio una genial idea: ya que uds van a pasar varios días aquí al pedo y sin hacer nada, y para no tener que asistir al colegio en el verano con el fin de recuperar los días de clase perdidos, ¿qué les parece si se ponen a plantar soja en vez de hacer la germinación del poroto? En lugar de emplear un pequeño vaso con un secante podrían utilizar para el cultivo varias zonas semidesérticas como los patios, el jardín o la terraza. De esta manera "matarían dos pájaros de un mismo tiro" pues no sólo se les daría por aprobada Botánica sino que se conseguirían unos buenos pesos para hacer frente al salario de los docentes y, porque no, para arreglar las instalaciones".
Cuando nos planteó este pacto, uno de mis compañeros, Mauro alias "primer nieto" porque siempre está alzado, reaccionó a los gritos:
- "¿Qué te pensás que la escuela es una selva para llenarlas de malezas y vegetales?"
Yo tuve ganas de comentarle que sí ... pensando que casi seguro que los milicos iban a entrar a los machetazos a desalojarnos. Además, muchos de nosotros gracias a los machetes conseguimos pasar de grado. Pero me quedé callado pues el clima no estaba para ironías.
Finalmente, y tras el primer intento fallido de reconciliación entre las partes en pugna, nos dispusimos a pasar la noche en el Normal N° 11.
Creo que no es necesario que les aclare que la pasamos bastante mal. La comida que había en la heladera era la de las viandas que reparte el Gobierno de la Ciudad así que se imaginarán que no eran muy nutritivas ni muy frescas. Para peor algunas estaban mordidas ... no sé si debido a que el gordo Raúl se anticipó a la cena o a que las ratas se hicieron una panzada.
Para dormir fue otra odisea. Si bien nos arreglamos con las colchonetas de hacer gimnasia, no teníamos frazadas para cubrirnos ... y como no funciona la calefacción algunos chicos durmieron tan acurrucados que casi se degollan a sí mismos con las uñas de los pies.
Sin embargo, sobre la temperatura no me tengo que quejar. Mauricio me lo hace a propósito para desgastarme, pero como buen "pinguino" me aguanté el frío. Lo mismo le pasó a Boby, el perro mascota de la escuela, que siempre está contento pero que nunca mueve la cola porque la tiene congelada y se le puede quebrar. ¿Habrá analizado don Bullrich que si también se le ocurre que criemos gallinas para conseguir dinero, las ponedoras con lo gélido que está el piso iban a tener que poner huevos de paradas?
Continúo con el relato ... a la mañana siguiente se pudrió todo. Primero aparecieron algunos padres junto con la directora. Ella pretendía que nos saquen por la fuerza:
- "¿Acaso uds no saben cuales son sus deberes? - los increpó. Y la madre del burro García respondió:
- "Sí que lo sabemos. Yo le hago al nene los de Matemáticas y mi marido los de Lengua".
La cosa se puso pesada cuando llegó la policía con sus carros hidrantes y empezó a arrojarnos agua. El primero que se rindió fue el roña Aníbal que no pudo soportar esos apremios ilegales. Al rato, los más friolentos se entregaron tiritando.
Solo permanecimos estoicamente en el lugar Ricardo y yo. Mientras les disparaba con mi honda unos cuantos tizasos, mi compañero intentaba preparar una molotov. Sin embargo, al ver que en la puerta del colegio se estaban concentrando algunas agrupaciones afines como "la cámpora" o "los jóvenes chavistas", decidimos entregarnos para evitar un baño de sangre.
Eso sí, salimos ambos altivos, con las manos en alto y sosteniendo cada uno una pancarta que decía:
-
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PD: Al volver a casa, mi padre me recibió con un comentario que no se si considerarlo un halago o una crítica: "¡Qué cosa! En mi época tomábamos los colegios para cambiar el mundo. Ahora lo hacen para que no se les caiga el techo encima".
basta o vasta experiencia?
ResponderEliminargracias por invitarme a conocer tu blog.
ResponderEliminarel humor ,buena causa para abrir un blog.
yo a los reyes magos tambien se la tenía jurada.
te invito al mio
forner 179.blogspot.com
Nosostros los de 4º año de mi colegio,
ResponderEliminarmientras algunos fueron a conversar con
bullrich, nos dirigimos hasta radio mitre
para putear a chiche gelblung el único
judío nazi apodado tiki taka por sus paisanos
ya que los van a colgar de las dos bolas
a un palo.
Este nuevo adorador de hitler, por estar
acorde con sus declaraciones, que nos echen
de la escuela, que somos lacra de la
sociedad y había que separarnos del resto,
seguramente de algún colegio privado
donde son todos buenitos ya que macri les
da el subsidio que nos corresponde a
nosotros, estamos pensando ir a ver larreta
para llevarle de regalo un protector bucal
para cocodrilos y no pueda hablar
pelotudeces.
Te invito a conocer mi blog. Me animo a sugerir que puede llegar a gustarte.
ResponderEliminarSaludos
No hay que tomar colegios. Hay que emplear métodos de protesta más efectivos, como por ejemplo voltear la antena transmisora de canal 13 cuando pasan el programa de Tinelli. Eso o pelearse con Fort.
ResponderEliminarMuy buen blog, chango.
A ciertos funcionarios del gobierno porteño hay que explicarle las cosas mediante dibujitos. O sino hay que llamar a un traductor para que les explique que es un reclamo social.
ResponderEliminarExcelente blog! Mucha creatividad! Creo que este es el camino, militar en el territorio y participar en el debate en los medios... pero siempre de esta: con Alegría (como decía don Jauretche).
ResponderEliminarTe sigo de ahora en más.
Un abrazo
Kikito: cuando seas grande y tengas hijos educalos bien, no vaya a ser que cuando grandes, un nieto de Papaleo les escriba una carta.
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