Por ser uno de los blogueros K que más seguidores tiene, junto con Lucas Carrasco, Artemio López y Orlando Barone, asistí como invitado en representación del sector al cumpleaños de la presi.Para ser sincero debo reconocer que el ágape estuvo aburridísimo ... había tanta gente que no se podía ver a nadie. Encima estaban todos iguales: de riguroso traje y corbata. El único que desentonaba era yo que andaba "descamisado" (un poco para homenajear a los viejos compañeros y, principalmente, porque hacía un calor de cagarse). Ah, me corrijo, había otro que se destacaba; era Cobos que se presentó de etiqueta o sea, con el smóking al revés ... donde se leía "Casa Muñoz, donde un peso vale dos".
Sin embargo, entre la multitud apretujada comencé a observar a algunos tipos disfrazados, Así que, para divertirme un poco, empecé a seguir sus movimientos.
Había una tipa disfrazada de casette que chupaba y chupaba como esponja nueva. Me acerque a conversar con ella esperando tener una sincera comunicación, siguiendo la máxima que dice: "sólo los borrachos y los niños decimos la verdad".
- "¿Cómo la está pasando?" - le pregunté para "romper el hielo" y no me refiero al del vaso de whisky que lucía en sus manos.
- "Genial ... la fiesta está buenísima, con decirte que nunca me había divertido tanto ... vestida"
- "¿Quién sos realmente y por qué te vestistes así?"
- "¿No me reconocés? Soy la pato Bullrich. La Lilita me hizo disfrazar de pasacasete para ver si
alguien me lleva porque dice que la tengo repodrida y que en esta reunión son todos chorros"
- "¡Qué mala! ¡Y la gorda de qué está disfrazada?"
- "Ves aquella vestida de hawaiana que morfa como lima nueva? Bueno: esa es la Carrió. Hoy tuve que desarmar el quincho de mi casaquinta porque ella quería disfrazarse así"
Hasta aquí ya había descubierto a dos infiltradas en nuestras filas. Ahora me surgía una duda: ¿sigo buscando impostores o las delato ahora mismo a estas dos? Decidí seguir buscando infiltrados porque era una tarea más sencilla. Si me decidía por "mandarlos en cana" iba a meterme en quilombos de internas, porque ¿a quien debía recurrir como encargado de la seguridad? ¿A Aníbal Fernández, cuyo poder está en descenso, o a Nilda Garré, que está en ascenso?
Mis elucubraciones quedaron de lado al ver pasar a una despampanante rubia en paños menores. Así que, para cumplir con mi deber, comencé a seguirla de cerca. Hasta que empezó a sonar insistentemente el timbre. Y como nadie salía a fijarse quien era, probablemente por temor a que sea don Mauricio despuntando su vicio, fui yo a fijarme. ¡Eureka! Era el mismísimo Macri que, asesorado por Jaime Durán Barba, ya no quería tener nada que ver con el espionaje y se presentaba tal cual era.
- "Hola, Kikito -me dijo. Me vine con un amigo nacional y popular: el Cacho ... el esposo de la
María, el que juega a las bochas ... "
La verdad a mí nunca me cayó simpático este sujeto, pero en esta ocasión parecía cambiado ... como más humano. Así que le franquié la puerta. ¡Para que! Don Mauricio se asoma y al primero que ve es al boliviano Evo Morales mascando coca ....¡y hacieno cruz diablo salió espantado!
Tras este acontecimiento, retorno a lo que había dejado inconcluso: la persecución de la rubia en bolas. Así fue que la veo salir a la calle y dirigirse hacia la 4x4 de Macri. Ella se sienta a su lado, atrás están el Cacho y la María ... y yo decidí esconderme en el baúl. A los 10' de viaje el auto se descompone. La mina baja a hacer dedo y consigue que otro vehículo la recoja para ir en busca de auxilio. A las tres horas regresa la joven y, para mi sorpresa, Macri la increpa:
- "¿Por qué tardastes tanto, Rodríguez Larreta? ¿Al menos conseguiste a alguien para que arregle este auto?"
- "No, pero no te preocupes más. Con la guita que hice en la ruta te voy a comprar una camioneta nueva".
Los del PRO son tan buenos actores que, a esta altura, ya no sabía si estaban cumpliendo un papel o si la cosa iba en serio. La duda se me despejó cuando Rodríguez Larreta se le tiró encima al Cacho para violarlo. Y tuve tanta mala suerte que el asiento trasero cedió ... y ambos cayeron sobre mi humanidad ....
En el momento en el que iban a hacer un trío erótico conmigo, pues siento que me ponen la mano encima, me despierto. Era mi mamá que me zamarreaba:
- "¡Kikito, despertate que ya es tarde y tenés que ir a la Colonia!".
Yo no le comenté nada, pero para mis adentros pensé:
"¡Suerte que la ley de matrimonio gay es la única cuyo cumplimiento no es obligatorio!"







