FABULA DEL BICENTENARIO: Las cigarras y las hormigas.

Como la seño Roxana nos dio de tarea hacer una redacción alusiva al 25 de mayo del 2010, decidí escribir una fábula ya que soy un asiduo leyente de Esopo y Samaniego. A ustedes que son mis amigos no los quiero engañar: para esta composición conté con la "interesada" colaboración de mi padre.
Espero que la maestra no lo advierta. Ella es muy perspicaz para descubrir cuando algún adulto nos ayuda. Por ejemplo: a Mauro no le deja pasar una y el pobre ya no tiene a mano más excusas para defender su accionar. La semana pasada lo increpó:
- "¡Qué bonito, eh! ¿Y esta vez quién te hizo los deberes: tu mamá, tu papá, tu abuela o tu hermano?". Y él haciéndose el gil como perro que volteó la olla, le respondió:
- "Ah ... yo no se, srta. Anoche dejé el cuaderno abierto sobre la mesa y me fui a dormir ...".
Bueno... dejémonos de prolegómenos y veamos la redacción:
--- "LAS CIGARRAS Y LAS HORMIGAS" ---
Los mayores se hallan muy lejos del piso y siempre mirando hacia arriba. De ahí que la pocas veces que miran hacia abajo se confundan. Algo así le ocurrió a mi tío la primera vez que subió a un avión. Resulta que se asoma por la ventanilla y exclama: "¡Mirá que chiquita se ve la gente parecen hormiguitas!"... y mi tia le respondió: "¡No ves que son hormigas de verdad si todavia no despegamos!". Por eso, los adultos no comprenden que las hormigas son un modelo a seguir. Se preguntarán adonde radican sus méritos y yo se los cuento. Son laboriosas ya que trabajan sin cesar pues no se toman vacaciones, ni hacen planteos gremiales, ni piden aumento de salario. Son fuertes pues son capaces de cargar hasta cuatro veces su propio peso. Además, son solidarias entre ellas y, lo más importante tal vez, es que se consideran todas iguales.
Entonces, bien merecido tenían que ayer se pudieran reunir en el centro de la ciudad para festejar el bicentenario de la patria. ¿O a alguien le cabe alguna duda de que las hormigas son verdaderamente autóctonas de estas tierras?
Hay que aclarar que después de estar desorientadas por mucho tiempo, recién en estos últimos años las hormigas han descubierto "su caminito" y nuevamente marchan todas juntas, unas tras otras, en hilera. Todo se lo deben a la nueva reina que las guía y conduce. Sin embargo, conviene recordar que esto no siempre fue así. Cuenta la leyenda que antaño las hormigas se embriagaron con hojas de parra o con paco, poco importa cual era el narcótico, y empezaron a desorientarse y a deambular en zig zag. Ante tal azarosa situación, la reina de entonces no tuvo mejor idea que preguntarle a un pulpo que las oriente hacia su hormiguero. Este animal envió a un grupo para acá, a otro para allá, a otro para aquel lado ...
Tras esta dolorosa lección las hormigas aprendieron varias cosas (que los humanos aun no asumimos): que no hay que beber ni drogarse cuando uno conduce y que nunca el que tiene el poder económico o mediático nos va a enviar hacia el camino que más nos conviene.
Debido a ello, la última generación de hormigas, y algunos "hormigones" que aunque ya no andan "armados" igual las acompañan, ya no son tan sumisas y están empezando a rebelarse.
Eso fue precisamente lo que ocurrió ayer. Todas las hormiguitas se acercaron al teatro Colón para ver su reinauguración. Pero como eran demasiadas, mal vestidas e incultas, debieron permanecer afuera del recinto mientras que las cigarras, que eran todo lo contrario, pudieron asistir a la función de gala. Sí, asi como lo oyen: esos bicharracos que ni se esfuerzan por buscar su propia comida ya que se la roban a los otros animales eran los únicos que pudieron ingresar.
Ante tal situación, algunas hormiguitas quisieron conformarse como en otros tiempos con argumentos tan tontos como:
- "Es que las cigarra son pocas y no hay tantas ubicaciones para albergarnos a todas nosotras"
- "Es que ellas tienen ropa de etiqueta mientras que nosotras usamos harapos"
- "Debe ser que el Dios de la Catedral lo ha querido así ... por eso allí tampoco estamos invitadas".
Finalmente, las líderes putearon a las cigarras que llegaban al lugar y se llevaron a sus compañeras hacia el Obelisco... Las arengaban con frases tales como:
- "¡No se enteraron que nuestra reina Cris también las mandó a la mierda y que en vez de asistir al Tedeum de la Catedral metropolitana, donde se reúnen las cigarras, va a ir a la Basílica de Luján en procesión y a la cabeza de todas nosotras!"
Otra vez colmado el Obelisco encontraron la verdadera fiesta popular: la hormiga Sole revoleaba su clavel de cuatro hojas y las hizo cantar y bailar a todas hasta la madrugada.
¡Qué alegría! ¡Qué felicidad! Hasta la avenida más ancha del mundo resultaba angosta para contener tanta euforia... mientras que grande les quedaba el Colón a esas aburridas y decadentes cigarras.
PD: El cigarro Macri está que trina pues la Catedral amaneció con un grafitti:
"Bienaventuradas de nosotras ... de quienes será el reino de los suelos" Firmado: Un mon-
tón de hormigas. Las montoneras.