lunes, 27 de enero de 2014

¿DONDE HAY UN DOLAR?

Les cuento que, a pesar de saber poco y nada de finanzas y meteorología, como el dólar y el calor son los dos temas candentes en la actualidad, me voy a referir igual a ellos. No es para justificarme pero, como he visto que en los medios cualquier pelafustán se hace el especialista y habla de estas cuestiones, me pregunto ¿por qué no yo? Si piensan que exagero en tratar de salames a estos comunicadores, les voy a transcribir un aviso publicitario de TN: # Se necesita opinólogo con experiencia como charlatán de feria para dar su parecer sobre cualquier tema de la actualidad nacional. Requisito indispensable: ser pesimista y ver todo mal. ¿Comprenden ahora a lo que me estaba refiriendo? A veces pienso que los “especialistas” en Economía de la corpo, si no hubiesen conseguido laburo gracias a Magnetto, tendría que dedicarse exclusivamente a ser árbitros de box: estoy seguro que sólo saben contar hasta 10. Ni que hablar de los meteorólogos que tienen menos puntería para acertar que Funes Mori solo frente al arco. De tanto pifiarla ya les quedó menos prestigio que a maestro jardinero en la escuelita del padre Grassi. Ahora sí, comienzo con mi disertación sobre estos dos graves problemas que aquejan a mis conciudadanos. Para ser sincero, debo reconocer que tengo más dudas que certezas y espero que ustedes me las aclaren. Ya lo dijo un viejo filósofo: “Si algo no sabes y pides información, serás un ignorante por un rato. Si no lo sabes y no intentas saberlo, serás un ignorante toda la vida”. Lo primero que se me ocurre es tratar de dilucidar si estas dos cuestiones (el dólar y el calor) no están emparentadas. ¿El dólar blue con respecto al dólar oficial no vendría a ser lo que la sensación térmica es a la temperatura? Además, me parece que los que ganan y los que pierden con un U$S y una temperatura alta son siempre los mismos. Quiero decir que los que ganan son los que tienen guita y pueden ahorrar en el billete yanqui y bancarse el calor yendo a las playas. Los que perdemos somos los que siempre perdemos: los que no tenemos ni un mango y que ni en la reputa vida hemos visto un dólar ni una ola en el mar. Por otra parte, hay gente que atontada por la nefasta prédica del multimedio ya no tiene más los patitos en fila y reparte las culpas pal carajo. ¿Acusando a quién? A Cristina que siempre tiene todos los números. Y así, viejas chimenteras, muy sueltas de cuerpo, te salen con un: “¡ A la Kirchner no le importa el calor! ¡Total …ella se la pasa en el Calafate!” o “¡Estará contenta la yegua con la nueva cotización! Se le revalorizaron los dólares que tenía escondidos en la bóveda que descubrió Lanata!” En fin, bastante agobiados deben estar con el calor y el dólar, así que hago unas últimas consideraciones y los dejo con sus problemas. Pienso que algunos se toman demasiado en serio las fluctuaciones del dólar y ya han llegado a un lugar sin retorno, el ridículo. Se los ejemplifico con algunos diálogos que oí en la cityi porteña. # Un tipo le pregunta a otro: “¡Qué bien estás! ¿Cuántos años tenés?” “80” “¿En pesos o en dólares?”. # Salidera bancaria. El malhechor, apuntando al ejecutivo que acaba de retirar dinero del cajero, le dice: “¡Los dólares o la vida!” “¿Cómo? ¿No son lo mismo?” Lo peor de todo esto es que por culpa de los hombres la fiebre por el billete verde ya llegó hasta los pichichos. ¿ Se enteraron que hay perros entrenados no sólo para olfatear droga sino que ahora también se especializaron en dólares? Así que actualmente esos perros tienen 3 obsesiones: los culos de otros perros, la cocaína y los dólares. SI TE AGRADA EL HUMOR K de KIKITO, HACETE MIEMBRO DE SU BLOG, ENVIALE UNA SOLICITUD DE AMISTAD O AGREGATE AL GRUPO KIKITO EN LA RADIO CON SU HUMOR K Gracias.

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