Reflexiones y anécdotas "humorísticas" de KIKITO, un niño kirchnerista y preadolescente que, para su desgracia, está en pleno período de crecimiento e ingresando al mundo que le dejaron los adultos
viernes, 16 de mayo de 2014
CON MASSA SE VIENE LA PENA DE MUERTE !!!
En el colegio tuve un accidente, me caí de la hamaca, y me llevaron al hospital Ramos Mejía donde me hicieron una transfusión de sangre. El enfermero tenía una cara de loco que me recordaba a Drácula … así que, por un momento, pensé que más que ponerme iban a sacarme sangre. Aunque ahora, vistos los resultados, creo que hubiese sido mejor que no me agreguen nada. Lo digo porque parece que el donante era un gorila pues empecé a sentirme muy raro.
Para que me entiendan, les paso a contar lo que me sucedió durante el día:
Me levanté a la mañana y, mientras desayunaba, observo por la tele que continúan los linchamientos. Yo siempre estuve en contra de esa violencia pero, inexplicablemente, le dije a mi madre: “¡Hasta que no eliminemos a 30 o 40 mil de estos delincuentes no vamos a poder vivir en paz!”.
Después salgo a la calle. Al ver a un ciruja revolviendo la basura, le grito: “¡Tomatela … y dejá de ensuciarme la vereda!”.
Luego subo al ómnibus escolar. En un momento el micro se detiene ante el semáforo en rojo y un trapito empieza a limpiarme la ventanilla. “¡Andá a laburar, vago de mierda!” –le recrimino.
Cuando estoy por entrar a la escuela, se me acerca un pibito que no tendría más de 5 o 6 años para pedirme el sándwich que traía de casa. Lo saqué cagando: “¡No me jodas …si ustedes no comen … solo se alimentan aspirando Poxiran o fumando paco!”.
Sin embargo, los peores y más inhumanos sentimientos afloraron en mí mientras dormía. Les narro mi pesadilla:
# Massa había sido electo presidente y para acabar con la inseguridad había establecido la pena de muerte. Encima yo trabajaba haciendo el trabajo sucio, o sea, era verdugo. Pero no un verdugo así nomás. Aprovechando mis cualidades de humorista, y para que el paso del reo a la otra vida sea más placentero, tenía que hacerle bromas o chistes al desgraciado. Venía a ser un especie de cura pero sin Biblia y con un libro de comics en la mano.
Entonces me pasaban cosas como éstas:
- Condenado a la cámara de gas. El imputado ingresa sonriente a la sala de ejecución pues observa que no tiene techo. Una vez adentro, le grito al que estaba en la azotea: “¡José … tirale la garrafa por la cabeza!”
- Condenado a la horca. Lo levanto tres veces por el aire y siempre se corta la cuerda. El reo protesta: “¡Dale, loco … terminala de una vez que esto duele!” … y le respondo: “Aguantá pibe que yo soy fanático del yo-yo!”.
- Me ordenar llevar a un tipo a 10 kms del presidio para fusilarlo. Tras varias horas de caminata, el caco exclama: “¡Ufa …ya estoy cansado de tanto caminar …!” “¿Y vos te quejás? ¿Qué tendría que decir yo que encima tengo que volver?”.
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