ODA AL PESIMISMO DE MAGNETTO

Disfrazado de monaguillo y haciéndome pasar por el nene "preferido" de Bergoglio y con la misión de bendecir el evento, pude acceder al cónclave entre el dueño de Clarín y su tropa de periodistas obsecuentes.
Lo primero que me llamó la atención fue una cartelera en la entrada donde decía:
* Si aumentó la inscripción de los alumnos, se deberá informar que faltan pupitres y que los alumnos tienen que seguir la clase de pie.
* Si se otorgó un subsidio a la minoridad, se deberá comunicar que se producen largas colas a la intemperie para acceder a una miserable mensualidad.
* Conclusión: No importa que una noticia sea verdadera o falsa. Si la gente se la cree, el efecto será como si fuese verdadera.
* Ud. señor periodista de mi empresa, ¿de qué lado está? ¿a quién le va a creer: a sus propios ojos o a mi que le pago un sueldo de $ 40.000 por mes?
Creo que recién ahí entendí lo que es un monopolio. Aunque, comparándolo con lo que sucede en mi colegio, pienso que también mis compañeritos y yo somos víctimas de los monopolios ... a pesar de nosotros lo denominábamos: patoterismo. Es cuando se juntan los 4 o 5 pibes más grandotes del grado, y si no estás de acuerdo con lo que ellos quieren, te cagan a trompadas.
Retornemos a la cumbre. Una vez que doña Ernestina condecoró a Chiche Gelbrum con el premio al "hijo de puta" por sus servicios prestados a la derecha desde el proceso militar hasta ahora y sin claudicar, don Magnetto se despachó con el siguiente discurso:
"Es un falso lugar común creer que si uno es optimista la va a pasar mejor en la vida. Hay un sinnúmero de ejemplos que refutan esta teoría y que demuestran lo opuesto, o sea, que las personas que más éxito obtienen son las que se comportan de manera pesimista...
... Cuando cayó la famosa manzana, el optimista que estaba debajo del árbol junto a Newton, inmediatamente pensó: "¡Qué suerte ya tengo el postre!". En cambio, el científico quedó apesadumbrado por el golpe en su cabeza y pergeñó la teoría de la relatividad...
... Al ponerse amarillo el semáforo, el conductor optimista tiende a acelerar pues confía en que el azar está de su lado y nada va a interponerse en su camino. Pero es probable que colisione contra otro vehículo cuyo chofer probablemente adhiera a la misma premisa. En cambio, el automovilista pesimista se detendrá en la esquina pues supone que no va a tener tiempo de cruzar y, de este modo, no sufrirá ningún percance.
De lo expuesto se infiere que los sujetos optimistas carecen de reflexión. Además, han inventado una serie de instrumentos inútiles que les producen una algarabía superficial y peligrosa, como: las drogas, los boliches o la pirotecnia. Por el contrario, gracias a los pesimistas se han concebido grandes inventos: la medicina pre-paga, el cinturón de seguridad, los matafuegos, los profilácticos, los guardaespaldas, los barrios privados, los seguros de vida, las parcelas en los cementerios ... y Canal 13 y TN."
Finalizado el discurso, y tras los efusivos aplausos de rigor, veo ingresar al recinto, en fila india y tomando distancia entre uno y otro, a los políticos más encumbrados de la escena nacional: Duhalde, de Narváez, Cobos, Lilita, Macri, Solá, Reutemann, etc, etc, etc. Cuando me aprestaba a ser testigo de una cumbre histórica, van der Koy se me acercó y cariñosamente me susurró al oído: "Hasta aquí llega tu participación. Te invito a retirarte porque "a Magnetto lo que es de Magnetto y a Dios lo que es de Dios".
Así que rápidamente me dirigí al despacho del ministro Aníbal Fernández para informarle de lo que fui testigo. Estaba tan obnubilado por el pesimismo acumulado que al oir la voz de un locutor que desde un televisor pregonaba:
- "Muy, pero muy inestable ... y va a seguir empeorando con el correr de los días" - algo irrespetuosamente le endilgué a don Bigote:
- "Te agarré!!! ¿Así que vos tambiés sintonizás TN?".
- "No, Kikito ... ¿qué te pasa? ¿estás nervioso?. Es el pronóstico meteorológico que está dando Nadia por la Televisión Pública".
Tras tomarme una chocolatada con churros y recuperarme un poco, le conté al ministro del interior lo que había sucedido en la reunión. El se lo tomó con calma y me explicó:
- "Está todo bajo control y no hay de que preocuparse. Si las cosas siguen mejorando y Clarín continúa con su tesitura de sólo dar malas noticias, el periódico cada vez va a tener menos hojas. Además, ya se les acaba el curro de Papel Prensa ... así que ahora les va a costar un huevo cada página. Entre una cosa y la otra, el diario va a desaparecer solito sin necesidad de que lo clausuremos".
Al final, me retiré de la Casa Rosada con una extraña sensación... mientras mentalmente repasaba los hechos que viví en un día demasiado agitado en el multimedio gorila. No sabía si estar contento porque "si ladran es señal que cabalgamos" o, al contrario, deprimirme según la teoría de Magnetto, porque estamos rodeados de perros.
PD: Mi abuelo Ñato me contó en casa que en la década del 40' un pensador llamado Jauretche
afirmó: "los pueblos deprimidos, tristes y angustiados nunca vencen". ¿Lo habrá leído don Magnetto y por eso intenta bajonearnos con malas noticias para que no transformemos la realidad?