PAPA NOEL ¡¡¡ GO HOME!!!

Recuerdo que felices eran mis primeros años de infancia cuando, adoctrinado por los medios de comunicación y la sociedad de consumo, creía en Papa Noel: ese abuelo bueno, barbudo y gordinflòn que nos traía regalos. Aunque, a decir verdad, como yo vivía en un barrio pobre y casi no recibía obsequios, enseguida me desengañé con él ... y mis dudas no fueron tanto si existía Papá Noel sino si yo existía para Papá Noel.
Les doy un ejemplo: Un año mis padres no tenían ni un mango para esta fecha, entonces papá salió al patio, hizo dos disparos al aire y volvió diciendo:
- "¡Papá Noel se suicidó!".
Mis dudas acerca de la existencia de Papá Noel se fueron disipando cuando mi hermano mayor, que va a la secundaria y es medio zurdito, me fue explicando que esta creencia
es una leyenda que, como todas las cosas inútiles, fue inventada por los del "norte".
Dice esta leyenda que si no nos portamos bien, Papá Noel siempre junto al tío Sam, te manda, en vez de triciclos y bicicletas, los tanques para que juguemos nosotros ... y se diviertan ellos.(Los tanques de guerra vendrían a ser el medio de transporte que emplean los yankis para visitar a los países no tan amigos).
También Tomás me contó que Papá Noel tiene una multinacional en los EE UU desde donde comercializa los juguetes que por 1 U$S hace fabricar en Taiwan.
Como ya vimos, este personaje es del "norte" y anda muy abrigado porque allá el mes de diciembre cae el invierno. Pero aquí, en nuestro subdesarrollado continente, los pobres émulos del "barbudo" se mueren de calor. Encima nosotros, que siempre copiamos a los del "norte", para esta fecha comemos, al igual que ellos, alimentos con muchas calorías ... que sirven para amenguar el frío pero son inadecuados para las altas temperaturas.
Voy a terminar esta nota con la cartita que mi amigo Jaimito le escribió a Papá Noel:
"Te extrañará que hoy, 28 de diciembre, te escriba una carta. Ocurre que no me trajiste nada de lo que te pedí: ni la bicicleta ni la computadora. A cambio, me dejaste en el arbolito un par de calcetines y una remera. Quiero decirte que eres un incompetente porque yo me porté bien durante todo el año. Pero es más, he visto que al malcriado y caprichoso de mi vecino le has dejado un auto a pilas y un celular. Y ese pendejo es un engreído ya que piensa que puede llevarse el mundo por delante porque su papá es empresario y está lleno de guita.
Así que, te aclaro, el año que viene no te molestes en pasar por casa porque a partir de ahora seré una mala persona y no quiero más regalos tuyos. O mejor, si querés pasar, pasá ... así te pincho las ruedas del trineo y vas tener que seguir haciendo tu trabajo a pata como yo, gordo trolo, que quería la bici para ir al cole y la compu para estudiar mejor".
Y ahora les voy a leer la carta que hoy le escribí yo a Papá Noel:
"En esta ocasión, como en los años anteriores, te iba a ignorar como hacés vos conmigo. Pero hubo un hecho inesperado que me lleva a redactarte estas líneas. No se si sabrás que nuestra presi va a ser operada por una dolencia. Te advierto, barbudo, que si el culpable de su enfermedad sos vos, por haberle cumplido algún deseo a un gorila hijo de puta, lo que te va a hacer Jaimito no es nada comparado con lo que yo
puedo hacerte"
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