BIOGRAFIA NO AUTORIZADA DE MACRI

Como en el caso ya analizado de Julio Cobos, a Macri también le cabe la premisa psicológica que sostiene que los traumas infantiles son los responsables de la conducta adulta. Entonces, surge inmediatamente la pregunta: ¿qué situación catastrófica debió vivir el niño Mauricio que determinó que se convierta en la porquería que es en la actualidad?
La respuesta es muy sencilla y surge de los archivos desclasificados de la SIDE, que en aquel entonces manejaba su "padrino", el padre del fino Palacios. La documentación lo expresa con claridad: en sus primeros años de vida, Mauricito sufría de enuresis.
Parece que la incontinencia urinaria le duró tanto tiempo que don Franco Macri, su poderoso padre, hizo cuentas y decidió comprarse una pañalera y regalársela a su hijo, para el cumple de 15, pues le salía más barato que adquirirle los pañales sueltos en la farmacia.
A pesar de sus indisimulables padecimientos, el ya adolescente Mauri siempre se las arregló para mantener alta su autoestima. Para lograrlo, en la clínica psiquiátrica, que también le obsequió su padre para que lo curen de su enfermedad, le recomendaron que haga una mezcla de dos mecanismos de defensa del yo: la negación y la racionalización. "Es lógico que yo me haga pis encima porque mi cuerpo está compuesto, como el de cualquier ser humano, en un 80% de agua. Pero mi caso se agrava porque el otro 20% restante es "sangre azul"... que papi conseguió extraerle a la nobleza. ¡Y con estas proporciones ni teniendo una represa en los genitales puedo retener tanto líquido"- era una de sus justificaciones más habituales.
Además, en el momento en que explicaba lo de las represas, su auditorio, algo desconcertado, le preguntó qué carajo estaba diciendo. Y allí, sin saber que decir y para "nunca más quedar pagando" (tomar esto es forma textual), el joven Mauri decidió estudiar Ingeniería.
Quiero aclarar que, como en los "zócalos" de las películas a veces se expresa, "cualquier coincidencia entre su manera de proceder en la infancia y hoy en día no es pura casualidad" : poniendo excusas para sus desaciertos, Macri es un gran creativo.
Finalmente, les cuento que hasta los 18 años Mauricio tuvo que dormir con un traje de buzo.
Siguiendo con el tema acuático, pero apartándonos por el momento de la enuresis, recuerdo que mi padre una vez me dijo que en la Antiguedad había que bailarle a los dioses para que lloviera, pero que ahora no era necesario: con lavar el camión es suficiente. Si aquella creencia de antaño sigue teniendo vigencia, Berreta, digo Larreta debería advertirle a su jefe que se abstenba de bailar cuando gana una elección porque todos estamos corriendo el riesgo de que la ciudad se inunde ya que, por ahora, no le alcanzó el presupuesto para arreglar los desagues.
Y aquí retorno a la cuestión de las excusas de Macri: tras la última tormenta que anegó los barrios de Caballito, Almagro, San Cristóbal y otros, el jefe de gobierno le echó la culpa al servicio meteorológico que no alertó a tiempo que el clima iba a empeorar.
Ahora comprendo porque los del PRO cantaban en aquella feliz ocasión: "¡nada de esto fue un error!" ... ¡Son incapaces de reconocer ni un sólo error en su gestión!.
Sin embargo, ahora ya no están solos en la búsqueda de artiligios para no asumir la realidad. El diario Clarín y la TV opositota a los K no mostraron ni una sóla imagen ni dijeron una palabra acerca de los cacerolazos de protesta de los habitantes de esos barrios. Es más, adujeron que las inclemencias del tiempo superaron todo lo predecible.
Sin dudas, a partir de su primitivo trauma infantil, era inevitable que Macri estuviera predestinado a tener conflictos con los líquidos. Mi padre me contó que hace unos cuantos años junto con Rousselot, un intendente menemista de Morón, Macri estafó a los pobladores de esa ciudad de la provincia de Bs As con la construcción de las cloacas.
PD: Los seguidores del PRO consideran que la biografía del caudillo recién expuesta, no hace más que demostrar que don Mauri está al tanto y bien "empapado" de los problemas de la ciudad. La pregunta del millón sería: con la gestión de Macri que, hablando mal y pronto, está llena de "cagadas", ¿las cloacas de la capital darán a vasto?
Ahora sí, una última cosa familiar: mi hermanita anoche se hizo pis en la cama. ¡Qué cagada! Digo: ¡Qué meada! ¿No se estará haciendo macrista?