jueves, 1 de julio de 2010

¡SE VIENEN LOS TANQUES ALEMANES!

Les quiero aclarar a nuestros nazis porteños, agrupados detrás de varios partidos opositores y algunos multimedios, que el título de la nota no es para que se pongan contentos. De ninguna manera me estoy refiriendo a los vehículos del tercer Reich sino a los jugadores alemanes. Bastante tenemos con los 50 o 60 fachos autóctonos como para precisar traer más al país. Aunque a más de uno de ellos les gustaría que el gobierno nacional, para equilibrar su balanza de pagos, exporte barrabravas nacionales y populares e importe nazis hechos y "derechos".
Pero adentrándonos en el cotejo del próximo sábado por los cuartos de final de la Copa del Mundo, me dejó preocupado un comentario de mi padre con respecto al "deja vu" o fenómeno de lo ya visto o vivido. Les aclaro que esta experiencia la viví en mis primeros días de vida. Recuerdo que detrás de un vidrio de la núrsery, papá me hacía gestos, me saludaba y me sacaba la lengua. A mí me hizo reflexionar: "¿Adónde he visto yo esa lengua antes?".
Sin embargo, debido a que este tema es bastante complejo, preferiría transcribir los textuales conceptos que al respecto virtió don Néstor:
"En el último mundial, el equipo argentino tras superar la zona clasificatoria, se enfrentó en octavos contra los mejicanos y los superó. Luego, debimos vernos las caras con los alemanes y perdimos por penales. ¡Mirá si la historia vuelve a repetirse! ¡Qué cagada!".
Tras este preocupante argumento paterno era lógico que un soldado de causa nacional y popular como yo, no se iba a quedar de brazos cruzados. Lo primero que se me ocurrió fue ir a ver a una manosanta para consultarla sobre que se podía hacer para evitar el destino. Un amigo africano al que llamamos Maradona porque "le das pelota y no te lo sacás más de encima", me recomendó casualmente a una alemana que atendía en la avenida principal de Pretoria: "Mándenla Keyola Cabeceo al 1300".
Hacia allí me dirigí y casi me voy sin entrar. Me pareció sospechoso que cuando toco la vuvuzela, no encontré el timbre, una voz femenina desde adentro del consultorio me pregunte quién es. Yo daba por sentado que una adivina todo lo sabía. Pero mi espíritu patriótico me indicó que no debía abandonar la cruzada e ingresé al lugar. ¡Flor de susto me pegué al observar sobre una camilla a un sujeto con un sapo en cada ojo, un renacuajo en la cabeza, una bolsa con sangre en el estómago y una vela en el culo a la moda Passman! "No temas, Kikito -me calmó la bruja-. Es un paciente que está en terapia intensiva".
Acto seguido, como ella continuaba sin tener idea de para que me había presentado, se lo hice saber. Luego de abonarle con un billete de U$S 100 falso que había traído de Argentina y basándome en la premisa "entre bomberos no nos vamos a pisar la manguera", me dispuse a escuchar sus propuestas. Antes quisiera contarles que mientras le estaba abonando, tuve otro "deja vu". Resulta que hace unos años me hallaba en una juguetería para comprarme un revólver. Cuando le voy a pagar a la cajera con un billete trucho de la publicidad de un circo, ésta me recrimina: "¡Esta plata es falsa!" "¡Y claro: ¿o acaso su revólver es de verdad?" -le respondí.
Ahora sí, veamos lo que la Teutona (ese era su nombre) me aconsejó:
"Para ganarle a mis compatriotas tenés que conseguirte once camisetas de su selección, ponértelas debajo de la casaca argentina y pincharla en la zona del corazón cada vez que los alemanes se aproximen al gol".
Al retirarme del consultorio, asocié a laTeutona con nuestra manosanta autóctona doña Lilita: ambas se la pasan haciendo entuertos y vaticinios con la sola finalidad de llenarse de $ y arruinar a su país . Pero, bueno, allá ellas ..."que Dios, la patria y su conciencia se lo demanden".
Ahora mi preocupación era reunirme con mis amigos barrabravas y cumplimentar la misión.
Debo ser sincero y reconocer que me costó bastante trabajo explicarle a los muchachos esta cuestión del "deja vu". Cuando ya me estaba dando por vencido, al "bombilla tapada" (lo denominamos así porque no saca nada del mate) se le prendió la lamparita: "Ah, ya entendí, Kikito. ¿Ves esa cáscara de banana? Es un deja vu. ¡Será posible! ¡La voy a pisar y me voy a resbalar de nuevo!".
Así fue que. aprovechando que los jugadores alemanes se maman de noche de tanto tomar cerveza, no nos resultó difícil ingresar a su concentración y afanarle las 11 camisetas que precisábamos.... y después dicen que lo que aprendemos en los estadios argentinos no sirve para nada. El único percance lo tuvimos cuando el cholulo Carbón (su apodo se debe a que en contacto con él si no te quemás, te ensucias) pretendía despertar a Klose para que le autografíe la casaca. Por suerte, Klose era el que tenía los ojos más cerrados.
Finalmente, despacito "como pleito de pobre" salimos del Complejo deportivo y nos fuimos a la canchita auxiliar de un equipito local: el Cafiaspirina Juniors, sucursal del Bayern Munich. Allí nos estábamos ejercitando cuando observamos que un grupo de compatriotas nos divisó vestido de alemanes y nos gritaron: "¡Cobos! ¡Son todos Cobos!". Por temor a ser deportados, ninguno reaccionó y nos bancamos estoicamente los insultos.
Acto seguido, comenzamos a practicar el maleficio. Cada 5', que es lo que calculamos que los alemanes nos van a bombardear el area, nos pinchábamos el pecho con una aguja. Sacando alguna que otra queja de los más cagones, todo iba de maravillas hasta que se escuchó una explosión. Qué macana!!! A mi compañero de equipo, el quemero "Dólar azul" (porque cualquiera advierte que es falso) se le reventó el globo. El estruendo fue tal que puso sobre aviso a la policía sudafricana así que "como rata por tirante" tuvimos que huir de prisa. ¡Qué mala leche con el pecho de Dólar azul! ¡Resulta que en él todo era trucho menos el tatuaje!"
PD: Al escribir este artículo, los únicos vocablos que conocía en alemán eran:
- Colectivo: "suban-empujen-aprieten-estrujen-bajen".
- Suegra: "kelarifem".
- Traidor: "falsemcamardam.
- Trueno: "nubecrujem".
- Lluvia: "gotascaem".
- Coger: "desvírguensen".
Así que si pensaba viajar alguna vez a Alemania, lo único que podía decir era: "Iba en colectivo con mi suegra y un traidor, en un día tormentoso y lluvioso, la violó".
Sin embargo, gracias a la gentil colaboración de todos estos lectores: Adiana Bozzano, Julito Bebé, Jorge Antonio, Daniel Koyote, Cristina Lobo, Margarita Grandotto, Stella Argentina, Mirta Luengo, Fernet Branca Suarez, Enrique Segura, María Villanueva, Alma Gomez, Arnaldo Conto, Alcira Santana, Carlos Marsal; Eva Lith, Lucho Carmona, Pascual Enrique, Pablo Loco, Rafael Sola y Pascual Enaque; he logrado confeccionar un "pequeño diccionario kikito ilustado" castellano-alemán.
- Abran la puerta: "destranken".
- Matrimoni: "kamascrujen".
- Masturbación: "frotemberger".
- Sin afeitarse: "barbariem".
- Presidente: "Otogram Fraudem".
- Hotel alojamiento. "garchensen".
- Amnesia: "olvídensem".
- Nessi: "ladescosem".
- No a la violación: "nomenpomen".
- Ciudad preferida de Homero: "Hamburgo".
- Penal en contra: "esperemmilagrem".
Ahora, ya que ustedes aportaron estas palabras, los invito a que para la próxima nota -en la que festejaremos la caída del muro alemán- armen frases como la que a mí se me ocurrió.
¡Hasta la victoria, siempre!

2 comentarios:

  1. NOS PASARON POR ENCIMA!!!!!!

    Pero a los fachosnazis de ak no los vamos a dejar.

    Esta abu ta triste. Quién sabe si veré el próximo y si es así, no va a estar Diego con el plantel.
    besitos y te felicito sinceramente por tus escritos, me gustan , me parecen lúcidos, interesantes y divertidos.

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