martes, 15 de junio de 2010

ARGENTINA 1 NIGERIA 0 o como ganar un partido y perder un Facebooh

Mientras íbamos al estadio con nuestro guía oloroso Tubaranda Metumba, éste nos contaba que hasta la aparición de Mandela, la gente de color, que es la gran mayoría, estaba separada de los blancos tanto en los espectáculos públicos como en los bares o en los colectivos. Yo al ver tanta gente mestiza a través de la ventanilla del colectivo, le pregunté cómo se las arreglaban ... pero no obtuve ninguna respuesta. El siguió hablando del apartheid. Y cuando le comenté que entonces los negros se dedicaron al boxeo para conseguir una forma legal de pegarle a los blancos, tampoco me contestó.
Justo en el momento en que iba a interrogarlo acerca de si el rey Baltazar tenía prohibido juntarse con Melchor y Gaspar, el micro llegó a destino y me quedé con otra duda más. Bajamos todos rapidito como rata por tirante y, tras ascender por una larguísima escalera, con mi papá y otros barras nos acomodamos en la popular.
Como todavía faltaba bastante para el inicio del match, algunos muchachos pretendían trabajar de "trapitos" en el estacionamiento para conseguir unos dólares, pero los controles en un simpático idioma zulú los mandaron a la mierda. En eso escucho que desde arriba alguien me llama: "¡Kikito! ¡Kikito!". Observo de reojo y descubro que es el turco Abnol, un pesado de la hinchada de Ferro. Me hice el boludo "como perro que volteó la olla" y no le di bola.
Al ratito salieron los equipos al rectángulo de juego. Los de Nigeria parecían una "cartera de vieja": eran negros hasta la manija. Los nuestros estaban hechos unos dandys desde Maradona, con un espléndido traje claro, hasta los futbolistas incluído Tévez, que debería trabajar de curador de hipo a través del susto. Aquí se pudo apreciar la mano de dos de nuestros más "conspicuos" compatriotas de la moda: Roberto Giordano y Susana Giménez (el primero, enseñándoles a los muchachos a "revolear" sus cabelleras al viento; y la segunda, mostrándoles como se "revolean" las joyas). Yo hubiese preferido la compañía de la Sole "revoleando" su poncho. Pero bueno ... no fue posible.
Ya que estamos en el tema, les cuento algo de estos faranduleros:
- Susana Giménez llegó a la cancha con sus 100 kilos a cuestas (sin photoshop, lógico) y envuelta en una inmensa bandera celeste y blanca. Los policías al verla acercarse pidieron refuerzos para revisarla como se hace con todo espectador. El jefe del operativo, exclamó:
"¡Pelotón, a palparla!".
- Roberto Giordano con su voz de pito entró a un negocio para comprarse una vuvuzela. El dueño se la negó, en estos términos. "¿Para qué quiere una si ud ya la lleva incorporada?"
Tras conocer estas circunstancias, el multimedio dijo que la selección aceptó la ropa que les regaló "la diva de los teléfonos" porque no tenían ni un peso después de bancarle los pasajes y las estadías a los barrabravas. Lo que no dijeron es que las vuvuzelas las inventaron ellos ya que este instrumento musical africano en mucho se le asemeja a su querido"clarín": no te permite oir ni pensar; sólo sirve para aturdir.
Pero vayamos al cotejo en sí. Recién nos acomodábamos cuando el gringo Heinze clavó un cabezazo y liquidó la resistencia nigeriana. A partir del gol, los nuestros me defraudaron porque parecían "la mesa de enlace": sólo se preocupaban por no perder el ( medio) campo. Y los africanos nos reventaban a patadas como si todavía estuvieran sufriendo el apartheid. El más ridículo era el N° 2 que hasta se pegaba a sí mismo; después me enteré que en el vestuario le hicieron una broma y se puso una media de su equipo y la otra de Argentina.
Durante todo el partido el turco se la pasó llamándome: "¡Kikito! ¡Kikito!". Así que en el entretiempo me di vuelta y le dije: "¿Qué querés, Abnol?" "¡Vinistes, Kikito, vinistes!" -me respondió.
En el segundo tiempo, salvo algunos pequeños sustos, no me refiero a los de Tévez sino al de los morochos, parecía que más que con Nigeria estábamos jugando con Paquistán ...con ese fulbito que practicaban no se sabe "pa qui están" en el mundial.
...
En la nota anterior me referí a que los gorilas con su campaña antibarrabravas no me dejaban en paz ni aunque me hubiese ido al culo del mundo. Pero creo que me quedé corto con mi apreciación ya que parafraseando al viejo refrán que dice "el que se fue a Sevilla perdió su silla", podría afirmar que " el que se fue a Sudáfrica perdió su Facebook". Uds se preguntarán a qué me estoy refiriendo. Les cuento: al enviar esta nota, descubro con sorpresa que el Facebook de mi papá fue desactivado. Ese fue el término que aplicaron para expresar que lo dieron de baja.
"Desactivar" como si se tratara de una bomba de tiempo... o quizá tenga razón: a los gorilas ya les queda poca vida.
PD: Viendo que la cosa se está poniendo pesada... y que si yo no consigo 400 adherentes al blog me voy a quedar varado en estas tierras (recueden que Grondona y Aníbal Fernández sólo me premiaron con el pasaje de ida), he decidido lo siguiente: le dije a mi mamá que por las dudas me cambie el nombre en el blog. Ahora en vez de llamarme "Kikito Dulce", provisoriamente me van a conocer como "Fachito Amargo".

2 comentarios:

  1. Mi dulce Kikito. Jamás fachito!!!
    Te felicito por el reporte del partido y sus anexos.
    Decime cómo hacer para que le devuelvan el facebook a tu papi.
    La vuvuzela a pesar que suena como un enorme enjambre de abejas, avispas y demás, y no les permite oirse en la cancha entre sí a los jugadores, la prefiero al sonido del clarinete ese que mencionás. La vuvuzela es autóctona de un continente que ha sufrido enormes injusticias, y aún las sufre, el mencionado ( ut supra) no nos representa como país ni mucho menos .
    Besos de esta abuela
    susy

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  2. Me pareció muy bueno el blog. No me pude hacer miembro porque no tengo cuenta de google. Te deseo que llegues a los 400 adeptos y puedas volver de Sudáfrica

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