jueves, 25 de agosto de 2011

DIARIO INTIMO DE GRACIELA LAFANO


Kikito tuvo acceso al diario íntimo de la vedette en donde revela sus más íntimos secretos. Antes de entregárselo a la Justicia que la investiga, lo voy a compartir con ustedes.
Me gustaría aclarar que Gracielita nunca fue una "botinera", como estilan ahora las mujeres fáciles, sino una "botera", como estaba de moda durante el proceso ... ya que su especialidad no eran los jugadores de fútbol sino los uniformados.
Ahora sí, pasemos a leer parte del diario íntimo de Graciela Alfano.

"Cuando tenía 7 años fui con papá a la Exposición Rural de Palermo. Allí me llamaron la atención dos cosas: los gigantescos penes que poseían algunos animales y lo hermoso que le quedaban las cocardas y las medallas, a otros.
Recuerdo que al consultar a papá sobre el gran tamaño del miembro viril, él me contestó: "Lo tienen así de grande porque son burros". Yo no le respondí nada, pero pensé para mis adentros: si así lo tienen los burros, ¡cómo lo tendrán los ingenieros!
Creo que ese recuerdo infantil me motivó para inscribirme de adolescente en la facultad de Ingeniería. Probablemente no fue para conseguir el título sino para experimentar con todos mis compañeros de estudio, tratando de comprobar la veracidad de la teoría paterna.
Al poco tiempo quedé desencantada ante la escasa carne que encontré entre las piernas de estos futuros profesionales. Mi desilución era tan grande que, por su poca hombría, más que ingenieros me parecían decoradores de interiores.
Tras esta frustración, y aprovechando mi incipiente carrera como modelo, pude vincularme con los milicos que ostentaban el poder (mis otros hombres idealizados desde mi temprana infancia).
Lamentablemente, mis concluciones sobre ellos no difieren mucho en lo que detecté entre los ingenieros. Lo resumo en pocas frases:
- Un milico es como un estante de biblioteca: cuanto más alto, más inútil.
- Los soldados llenos de condecoraciones son como los negocios con pocos productos para ofrecer en su interior: todo lo que tienen lo lucen en la vidriera.
También conocí al almirante Massera. Me hizo muchos regalos y me compró un bulín donde cada dos por tres viene a visitarme. Es un poco pegajozo pero yo lo tolero porque me da todos los gustos, menos en la cama.
La vez pasada llamó por TE y Dorita, la mucama, le contestó:
- "Hoy la señora no podrá atenderlo porque está de duelo. Falleció su tío Rolando".
Como Massera, que siempre estaba "caliente como panza de parrillero", le insistía en que quería venir a tener sexo conmigo, ella me vino a consultar. Y la estúpida paraguaya le respondió casi con las mismas palabras que yo le dije a ella, pero para que quedara entre nosotras.
- "La señora dice que aunque es muy creyente y hoy debería guardar luto, lo va a recibir igual y va a coger porque con usted no es ningún placer".
Sin embargo, la esposa del almirante no era una carmelita descalza. Es famosa esa anécdota que se contaba en la Escuela Naval. Corría el año 1976 y el almirante retorna de sorpresa a su casa ....
- "Mi amor ... ¡ya tomamos el poder!".
Y la señora le dice a su amante:
- "Querido: te vas a tener que esconder en el ropero. Isabelita resistió menos de lo que se esperaba".











































3 comentarios:

  1. Kikito siempre te apoyé en todas y me cagué de risa con tu blog (y lo voy a seguir haciendo así) pero hoy aquí difiero. No me parece bueno hacer chistes sobre cosas tan serias como la dictadura o la complicidad de algunos civiles con ella. Me parece más sensato encararlo por donde lo encaré yo con mi humilde blog (www.visto-desde-el-sur.blogspot.com), pero sé que tus escritos "deben" ser de humor, por "tradición".

    Tampoco creo que le faltás el respeto a la memoria ni nada de eso, que quede claro. Pero en esta hoy paso. Espero tu próxima nota para volver a descostillarme de risa como con las anteriores...

    Abrazo!

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  2. Muy bueno... Creo que a veces mediante el humor y la ironía uno puede llegar a expresar ideas que de otro modo no expresaría, no por guardarle respeto sino temor.

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