sábado, 2 de enero de 2010

PRESENTACION

Soy un nene de 9 años y estoy en cuarto grado. En el cole mucho no me puedo expresar porque siempre la que habla es la seño. Y, al igual que todos los chicos, tampoco tengo quien me represente en la sociedad, como les sucede a los adultos, que cuentan con los políticos que ellos eligen. Aunque, a decir verdad, la mayoría de los políticos que llegan al poder se parecen a nosotros cuando mamá nos manda al almacén: vamos con una idea, a mitad de camino nos olvidamos y terminamos haciendo cualquier cosa. Y, como es lógico, tanto estos hombres públicos como los mandaderos, a lo último recibimos un castigo.
Pero esto, como me dijo el almacenero del párrafo anterior, "es harina de otro costal". Lo importante para resaltar es que gracias a que mi tía me creó este blog, voy a poder dirigirme a uds. para presentarles mis inquietudes ... que espero que sean también las de mis contemporáneos.
Ahora se estarán preguntando por que diablos me llamaron Kikito. El motivo es simple: al nacer en la década K y mis padres pertenecer, como los Kirchner, a la conducción de Montoneros, me honraron con ese nombre. Ahora a mi papá sólo le interesa manejar su camión, y a mi mamá, conducir la casa. Espero que no me comprometan y no me pregunten adonde nos quieren conducir hoy los Kirchner.
Sigo con mi historia: poseo dos hermanos. Tomás, de 15 años y Lucila, de tres.
Para que me vayan conociendo, les voy a contar lo que soñé en el invierno pasado, y que está íntimamente ligado con la cuestión política. El texto lo tengo archivado en "mi libro de los sueños", que es un cuaderno negro donde anoto mis pesadillas. Vendría a ser la versión masculina del "diario íntimo" de las chicas. Les aclaro que ha pasado tanto tiempo desde que lo escribí que ya no me acuerdo si en verdad lo soñé o lo inventé. Allí va la narración:
Hoy me desperté más malhumorado que de costumbre. Pensé que sería porque es lunes y debo regresar a la escuela tras el receso invernal. Pero, inmediatamente, mi sensación de descontento dio paso a un sentimiento de incredulidad. Al mirarme al espejo descubro que un tono verdoso cubre mi piel, desde la cabeza a los pies.
Allí pensé, tratando de ser optimista y sin renegar de mi vocación de escritor, que peor hubiera sido si me convertía en un hombre amarillo o negro. ¡El Inadi me censuraría el cuento al advertir en él una crítica hacia esos colores! En cambio, tratándose del verde, que sólo representa a los ecologistas y a los hinchas de Ferro, una super minoría, si las hay, nadie saldría en su defensa.
Volvamos a la historia. Al no poder creer lo que me estaba ocurriendo, decidí buscar mi DNI para confirmar mi identidad. El documento estaba a nombre de Kikito y en la foto yo parecía el hijo del increíble Hulk. Sin embargo, lo más extraño era que 1990 figuraba como el año de mi nacimiento. ¿Entonces no tendría que llamarme Menemito y usar patillas, en vez de Kikito y ser medio bizco?
Para reponerme del susto busqué una silla para descansar. La única que había en la casa era de ruedas. ¡Resulta ahora que además soy discapacitado! Reflexiono: ¡Esto es imposible! ¡Debe tratarse de una pesadilla! En eso, suena el teléfono. Atiendo. Es mi hermano mayor el que me llama. Le cuento mi desventura. Y, para mi sorpresa, recibo esta respuesta de Tomás:
- "Ya te dije que desde que fallecieron papá y mamá, estás abusando con esas porquerías que te inyectás".
Recapitulando: encima de verde, viejo y paralítico, también soy huérfano y drogadicto. ¡Por Dios! ¿Cómo han sido posibles tantas mutaciones juntas?.
Para tomar aire fesco y que se me aclaren las ideas, me asomé a la ventana. Y, ¡vaya novedad!, encima vivo en la villa del bajo Flores. Observo que en la calle pululan carteles publicitarios: "Vote a Duhalde", "Vote a Macri", "Vote a de Narváes". Y esa fue la gota que rebalsó el vaso.
Ya no resistí más. El alma se me fue al piso. No podía entender que tantas cosas hayan cambiado en mi vida y que lo único inmutable sean los políticos. Mi cuerpo siguió el camino de mi alma y se arrojó al vacío...
Por suerte, cayó sobre mi cama y del golpe me desperté. Pero, ¿cómo me despereté? Más malhumorado que de costumbre ...

6 comentarios:

  1. Ya lo lei!! A que soy la primer lectora =)

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  2. probando COMENTARIOS
    Enrique

    p/d: ya te mandé un mail a tu cuenta

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  3. pude dejar el comentario vía ANÓNIMO, ahora funcionó bien.
    Abrazos
    quiquitoamargo

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  4. Ya lo leí. A que soy el primer lector
    Miguel

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  5. por qué el "anónimo Miguel" pone lo mismo que yo!!! cómo va a ser el primer lector si yo escribí lo mismo 4 días antes!!! :S

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  6. No soy el primero, ni me interesa competir.
    Solo uno más, que leyó de buen gusto.

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